La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) publicó la octava edición del documento Perspectivas económicas de América Latina 2015: Educación, competencias e innovación para el desarrollo que pone su foco en la educación, las competencias y la innovación, como insumos clave para un mayor crecimiento inclusivo en la región.
El Informe Perspectivas Económicas de América Latina 2015, con foco en la educación, habilidades e Innovación para el Desarrollo, fue lanzado el 9 de diciembre durante la Cumbre Iberoamericana XXIV de Jefes de Estado y de Gobierno que se celebró en Veracruz, México.
La edición de 2015 pone en relieve la importancia de la educación, las habilidades y la innovación para fortalecer las fuentes internas de crecimiento y hacerlo más equitativo. En promedio, la brecha en el desempeño de la educación para un estudiante en la escuela secundaria en América Latina en relación con un estudiante de la OCDE sigue siendo bastante alto: el equivalente a 2,4 años adicionales de escolaridad. Las limitaciones en la calidad de la educación se reflejan también en la escasez de habilidades y desajustes en el mercado laboral, lo que afecta gravemente a la competitividad de las empresas latinoamericanas.
El informe fue presentado en una reunión de alto nivel con la Presidenta de Chile, Michelle Bachelet, el Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, el Ministro de Relaciones Exteriores de México, José Antonio Meade, el Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Luis Alberto Moreno, la Secretario General de la SEGIB, Rebeca Grynspan, y los jefes de las tres instituciones asociadas que producen el informe, Ángel Gurría (OCDE), Alicia Bárcena (ONU / CEPAL) y Enrique García (CAF).
Resumen Ejecutivo
El ritmo de expansión económica de América Latina será el más modesto de los últimos cinco años. Los pronósticos para el crecimiento del PIB se ubican en el rango del 1.0% al 1.5% en 2014 (2.5% en 2013, 2.9% en 2012), y se recuperarán ligeramente en 2015 hasta el 2.0%-2.5%. Factores externos, tales como unos menores precios de las materias primas explicados principalmente por la desaceleración económica en China, un encarecimiento del financiamiento externo y unas perspectivas de entradas de capital más limitadas contribuyen a este proceso de desaceleración. Si bien la heterogeneidad del crecimiento sigue presente en la región y en parte está asociada a diferentes estrategias de gestión económica, estas proyecciones suponen el final de una década de mayor crecimiento económico de América Latina con respecto al promedio de la OCDE.
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