Por: Núria Vilanova, presidenta de CEAL capítulo Ibérico.
En el marco de la reciente cumbre UE-CELAC 2015, celebrada en Bruselas, tuve la oportunidad de participar en un taller sobre las pequeñas y medianas empresas (pymes) en el que todos los asistentes pudimos extraer valiosas conclusiones. La principal, la necesidad de modernizar nuestras pymes, de ayudarlas a ser más internacionales y a exportar más.
Poco antes de que en la cumbre se anunciaran nuevos programas de la UE para una mayor cooperación entre ambas regiones y la decisión de destinar 118 millones de euros para generar más inversiones para el crecimiento de las pymes, el Consejo Empresarial de América Latina (Ceal) participó en los talleres Pymes: ¿cómo hacer que puedan aprovechar las oportunidades de comercio e inversión? y oportunidades para las empresas y la inversión; sectores prometedores para la innovación, organizados en el marco de los encuentros empresariales de la cumbre.
Y si en los últimos años, tanto en estas cumbres como las iberoamericanas, se ha coincidido en resaltar la importancia de crear mecanismos de apoyo a unas pymes que son las grandes generadoras de empleo, en ésta nos ha quedado muy claro que implantar esas herramientas es más urgente que nunca. Las pymes en Latam crean en torno al 80% de los puestos de trabajo… y, sin embargo, su peso en la economía no se corresponde con esa talla, ya que suponen sólo entre el 30% y el 60% del PIB, según país.
La conclusión es que debemos reforzar nuestras pymes, ayudarlas en su esfuerzo de internacionalización y exportación. Porque necesitamos más pymes, más productivas, más globales y más grandes. Hay consenso sobre la perentoriedad de acometer acciones para promover y financiar a las pymes; de apoyarlas mejorando el entorno económico para facilitarles la vida. Las pymes no suelen disponer de los recursos propios de financiación y logística ni las facilidades de instalación y actividad de las grandes compañías. Y se precisan más estrategias para apoyar su financiación y capacitación.
Y si todas las intervenciones fueron de interés, a mí me impresionaron las acciones que se están realizando en Colombia para potenciar e impulsar las pymes. Julio Cesar Silva, vicepresidente de Confecámaras nos habló del esfuerzo de la institución, por conformar un tejido más fuerte, capaz y moderno. Así, en Colombia, se han impulsado estrategias como el Programa de Centros de Desarrollo Empresarial (servicios y asistencia a pymes); convenios de cooperación técnica no reembolsables (mejorara de competitividad y prácticas de RSE) y otros proyectos de impacto como el Programa Nacional de Simplificación de Trámites para la Creación de Empresas.
Porque, uno de los mayores problemas que afrontan nuestras pymes, además de la financiación y de la necesidad de apoyo en una internacionalización, es el exceso de trabas burocráticas que persisten aún en nuestros países, un exceso de trámites y multiplicidad de requisitos que dificultan o impiden a las pymes exportadoras desarrollarse. Silva, que lideró la puesta en marcha de 36 Centros de Atención Empresarial y el Registro Único Empresarial y Social, y que ha coordinado el Programa de Formalización Empresarial, nos aportó a los asistentes ideas a trasladar. Tanto Latinoamérica como Europa necesitan cada vez más a sus pymes para crecer, crear empleos y ayudar al desarrollo social.
También concluimos que cada vez es más necesario potenciar los acuerdos público-privados y no circunscribir esa vital colaboración sólo a las grandes empresas y a los grandes proyectos de infraestructura. E incluso lanzar la cooperación privada-privada, como se hace en España, donde grandes empresas apadrinan pymes en su internacionalización. Todos los esfuerzos son pocos. Por eso hay que saludar iniciativas como el plan ELAN para una red de innovación y servicios a empresas de Latam y Europa enfocada a oportunidades de negocio. Se trata de crear alianzas entre empresas a ambos lados del Atlántico y creo que en reforzar esa cooperación está la clave de nuestro futuro.
Fuente: larepublica.co