El Consejo Empresarial de América Latina (CEAL) celebrará mañana viernes por primera vez en Santiago de Chile su Junta Ampliada en un evento que congregará a destacados empresarios de la región.
(Pulso) El evento, titulado “América Latina: Integración Energética”, analizará la situación actual del sector y los retos que América Latina y el Caribe enfrentarán en el corto, mediano y largo plazo. El Presidente internacional del CEAL, Ingo Plöger, adelanta a PULSO los ejes que abordará en la cita.
¿Cómo ha evolucionado el clima de negocios en América Latina en los últimos años?
El crecimiento de la economía en América Latina ha impulsado el comercio y las inversiones. Los marcos regulatorios de varios países han ayudado a mejorar la participación privada en el desarrollo de la infraestructura. En la mayoría de los países aumentó la liberación comercial y económica, favoreciendo el desarrollo y atracción de inversión en América Latina. Por otro lado, el enfriamiento de la economía internacional y la reducción de precios de los productos latinoamericanos hicieron que el crecimiento se redujera en un 2% del PIB de la región.
¿Cuáles son las principales trabas para la inversión regional?
Marcos regulatorios no definidos y que no aprovechan el potencial de la región como un todo, reducen el interés y el apetito de los inversionistas. Un buen ejemplo la energía, donde la integración entre varias economías, darían una espectacular plataforma para inversiones. La integración de la energía regional favorecería a su vez la integración de personas que hoy tienen poca energía o ningún acceso a la misma, bajando fuertemente los costos y aumentando la competitividad de Latinoamérica.
¿Ve viable una interconexión energética regional?
Sí, claramente esto es posible en términos de la posibilidad de comprar energía eólica producida en el sur de Argentina o de Chile por parte los canadienses o la compra de gas por parte de los chilenos y uruguayos a Estados Unidos. Para esto se necesita inversión en la red de conexión existente, que permita que la energía producida en varias zonas del continente esté interconectada. La mayor inversión y el esfuerzo se requieren en la negociación de acuerdos sobre marcos regulatorios estables y fiables entre las naciones implicadas, que den posibilidad de compra y venta de electricidad en todo el continente americano.
¿Qué frena su concreción?
No tener una política integrada de energía, en muchas circunstancias tenemos excesos de energía en un solo lugar y escasez en otros.
Países como Brasil, que mantiene una diversificada matriz eléctrica tiene una bolsa de futuros que vende energía a precios negociados por varios años. Imaginémonos si pudiésemos tener una bolsa de energía de las Américas, que fuese respetada por los países y que posibilitara la transmisión y la distribución. Tendríamos condiciones de ofrecer energía a nivel continental. La complejidad aumenta cuando la negociación es a futuro, sino también por el riesgo cambiario, por lo tanto, las dificultades abundan, pero las oportunidades son mucho mayores.
¿Por qué en Europa estas interconexiones son frecuentes a independientes de la situación política?
En primer lugar porque existe una Unión Europea, en segundo lugar porque existe una moneda única. Sin embargo existen algunas políticas nacionales que no favorecen a la energía nuclear y otros países están a favor es este tipo de energía, hacen que también en la Unión Europea estén teniendo problemas de integración, pero Europa sigue siendo un buen ejemplo.
Fuente: Diario El Pulso. Chile